INVITANDOME A UN TÉ

Me deslizo en silencio por las calles, oigo el sonido de los motores, las conversaciones por móvil del traje con maletín que va delante de mi, Un grupo de niños que me adelanta gritando al unisono, algún que otro claxon, el silbido del viento otoñal… y yo solo , me deslizo invisible por el asfalto…

Llego a un Bar, me siento y pido un Te rojo, como siempre miro la silla de delante y como siempre que me cito con ella, descubro que esta “vacía”, , ante mi tan invisible como yo , también estoy yo, pido un cigarrillo .

-no deberías fumar- dice la invisible de delante mio.

-lo se , respondo mientras pruebo la temperatura de la taza , … aun quema… Veo que ella bebe el primer trago sin ningún problema

-no tener cuerpo , facilita mucho el tema , verdad?

Ella sonríe -no se nunca tuve uno, pero imagino que debe pesar

.-No sabes cuanto “ gruño.

- pero para según que … “ besar debe ser agradable” ,

Ahora la que sonrío soy yo

- tu ganas , prefiero tener que esperar a que se enfrie el te.

Nos quedamos en silencio, hasta que mi cabeza vuelve a la carga

- ¿Qué hago?- pregunto

- Que casualidad,… te iba a preguntar lo mismo-Contesta con cinismo

- ¿Qué quieres?

-Eso es lo mas difícil, ¿Qué quiero?, se que echaré de menos la posibilidad de salir corriendo en cualquier momento, y que todo de relativamente igual porque es un impás, puede que incluso eche de menos comer en la cama con el portátil conectado , y la botella de litro y medio para mi sola, pero quizás ha llegado el momento de tener 33 años ¿no?

-Olvídate de la edad , quieres un hogar o no?- me interroga.

-Quiero mis cosas inútiles en una estantería, y no en una caja, y deshacer la maleta que guardo debajo de la cama … pero...

-¿Pero que?” dice ella con infinita paciencia .

- Pero tengo miedo de frenar, la ultima vez que frené , me perdí a mi misma, casi desaparecí, recuerdas lo que costó encontrarme?- me reprocho .

- En serio te has encontrado?¿Y si eres mas de lo que ves?- pregunta con sorna.-No eres la misma persona, querida. Ahora eres mas lista, y sabes que no puedes vivir siempre huyendo de mi … porque además … yo – siempre estaré aquí -dice sonriendome con un amor infinito.

-Sabes? Te he odiado, he intentado aniquilar cada acontecimiento pasado que me recordabas, y al final mira por donde , resulta que jamás he querido que desaparezcas-le confieso.

-Lo se- susurra, pero es que aunque quisieras que realmente sucediese , tampoco podrías hacer nada, soy parte indivisa de ti, y estaré ahí aun y cuando tu cuerpo falte, así que me alegro que me quieras tanto como yo a ti, si me hicieses caso sería extraordinario pero también reconozco que después de 33 años , resultaría aburrido no pelearme contigo. Sonrío a mi compañera, eso es cierto.

-Que te parece? buscamos donde deshacer la maleta?- ¿Qué tal una casa de piedra?- pregunto tratando de volverla loca.

-Bueno eso tardará un poco pero ya sabes… Nosotras siempre conseguimos lo que queremos.

Dejo un euro veinte en la mano del camarero, y salgo del bar con la mejor compañía que tengo, y que siempre me acompaña , por mucho que nos enfademos , la quiero.

A mi querida conciencia, que por suerte o por desgracia siempre me acompaña.