Carteandome con Audrey

Monday, September 30, 2013


Trepas , lameculos y de mas parásitos

Llevo arrastrándome por la vida laboral desde hace ya bastantes años, y en el transcurso del tiempo, he visto toda clase de bichos y como ya anuncio en el titulo parásitos succionadores del trabajo ajeno.

Dios dijo, “Te ganaras el pan con el sudor de tu frente” pero hay una clase de repugnantes seres que tradujeron eso al “te ganaras el pan con el sudor del de enfrente”

Dichos individuos además en su mayoría, como por arte de magia se convierten rápidamente en altos cargos con poder suficiente para mirar de reojo tu trabajo y valorarlo , que gracia me hace.

Afortunadamente , hace tiempo que no tengo que trabajar con ninguno de eso vampiros laborales, pero al oír hablar de ellos aun me hierve la sangre. Espero que sea cierto de que a todo cerdo le llega su san martín porque aun y siendo vegetariana (perdón altamente aprensiva) creo que me comería una tapa de jamón a su salud.

En fin como diría Goldie Hawn a Chavi Chase en “como en los viejos tiempos” :"que estoy cabreada y no quiero que se me pase".

3 Comments:

  • ...Descabreate....que si no te saldran arrugas,canas ...hasta puede que algun otro grano en un sitio feo y te subira la tension...y lo mismo hasta pillas un ataque de caspa!!!
    y de paso a ver cuando te dejas caer por aqui....que te echo de menos!!!!! y ya soy una anciana a la que no hay que darle disgustos
    un beso PRINCESA

    By Anonymous Anonymous, At Tuesday, March 17, 2009 11:51:00 AM  

  • te dejo una cosita:

    SUEÑOS

    Había una vez un sueño. No, no era uno, sino tres.
    El primero quería enamorarse.
    El segundo quería protección.
    Y el último quería aventuras.
    Pero todos tenían algo en común, los tres perseguían la dicha, querían atravesar el sendero de la estrella más luminosa y deseaban encontrarse cara a cara con la fortuna y así poder llenar sus vidas.

    Porque ése era el gran propósito: debían cubrir las grietas de la existencia que quedan al descubierto. Y en esa lucha se encaminaron.

    El sueño que quería enamorarse, quería enamorarse pero ya!. Casi, casi podríamos decir que su preocupación no era de quién sino cuándo.
    La ansiedad lo embargaba y en muchas oportunidades quedaba abatido por el desasosiego al no obtener en forma inmediata el amor. Entendía que un transcurrir sin amor opacaba el devenir de los sueños. Entonces jugaba a enamorarse. El soporte de sus fantasías podía variar, no era lo más importante, sólo quería sentir el amor.
    Así fue que se enredó en historias de las que después le costó caro salir.
    Creía en el amor de los cuentos maravillosos y sostenía que solamente el brillo del amor enaltecía la vida.

    En cuanto al sueño que buscaba protección, menudos disgustos le brotaban. Se preguntaba: “¿Por qué me siento tan solo? ¿Nadie se interesa por mí? ¿Nunca conoceré a quien desee cuidarme?
    El precio que debía pagar era muy alto! Era tan grande su deseo de saciar la soledad que transformaba la búsqueda de compañía en una contienda desesperada que muchas veces hacía que cayera en trampas y por supuesto en la consiguiente desilusión.

    Respecto del sueño que buscaba aventuras, sabemos que su marcha se había encaminado hacia los tonos sepia y quería ponerle color. Dicha empresa no estaba exenta de peligros. Buscaba la magia perdida que le devolviera la pasión. Había entendido que ese vicio que impone la piel es el cosquilleo necesario para seguir palpitando. Pero, si se habrá topado con desencantos! Muchas veces el milagro que brota por los poros deja marcas convirtiendo el portento del pellejo en celadas de maquinación.

    Y así se encaminaron cada uno por la vereda que le deparó el destino. La travesía resultó más dura de lo esperado.
    Luego de muchos tanteos, caídas y posteriores recuperaciones fueron encontrando sus rumbos.
    Pero la suerte arrojó resultados ajenos a sus voluntades.El dios tiempo hizo de las suyas sumando travesuras y produjo entrecruzamiento de intenciones.
    El sueño que aspiraba a enamorarse se topó con la protección.
    Pero eso no era lo que buscaba. Él era fuerte, sólo quería un hechizo de amor. Si bien no buscaba que lo cuiden, se entregó tendiendo su mano y como se sintió tan chiquito se dejó proteger.
    El sueño que pretendía protección se encontró de lleno abrazado por un juego de seducción. Pero eso no era lo que buscaba. No era, pero marchó en la ruta del misterio de este encantamiento que le deparaba fascinación y deleite.
    En cuanto al sueño que perseguía aventuras, se vio encandilado ante la magia del amor. Pero eso no era lo que buscaba. No era, pero se entregó a este engranaje en el que cuajaban la ternura y el placer.
    Y los tres gozaron ante este eclipse de emociones.

    Esas no eran las intenciones de ellos, pero los tres encontraron en este tumulto de conmociones nuevos sentidos para continuar su suerte. No fue su propósito, pero encontraron el motivo con que obturar sus hendiduras. Y se sintieron plenos.
    Hubo una vez un sueño, aunque eran tres, pero también era uno.
    ¿No todos los sueños se condensan en un mismo deseo?
    ¿Acaso no se trata del mismo sueño envuelto en distintos ropajes?

    Un beso PRINCESA

    By Anonymous Anonymous, At Wednesday, March 25, 2009 7:46:00 AM  

  • Nada me haría más feliz que separarme de todo ello...

    By Blogger ka!, At Sunday, April 12, 2009 1:32:00 PM  

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